domingo, 30 de enero de 2011

De las moscas del mercado

Huye, amigo mío, a tu soledad! Ensordecido te veo por el ruido de los grandes hombres, y acribillado por los aguijones de los pequeños.
El bosque y la roca saben callar dignamente contigo. Vuelve a ser igual que el árbol al que amas, el árbol de amplias ramas: silencioso y atento pende sobre el mar.
Donde acaba la soledad, allí comienza el mercado; y donde comienza el mercado, allí comienzan también el ruido de los grandes comediantes y el zumbido de las moscas venenosas.
En el mundo las mejores cosas no valen nada sin alguien que las represente: grandes hombres llama el pueblo a esos actores.
El pueblo comprende poco lo grande, esto es: lo creador. Pero tiene sentidos para todos los actores y comediantes de grandes cosas.
En torno a los inventores de nuevos valores gira el mundo: - gira de modo invisible. Sin embargo, en torno a los comediantes giran el pueblo y la fama: así marcha el mundo.
Espíritu tiene el comediante, pero poca conciencia de espíritu. Cree siempre en aquello que mejor le permite llevar a los otros a creer - ¡a creer en él!
Mañana tendrá una nueva fe, y pasado mañana, otra más nueva. Sentidos rápidos tiene el comediante, igual que el pueblo, y presentimientos cambiantes.
Derribar - eso significa para él: demostrar. Volver loco a uno - eso significa para él: convencer. Y la sangre es para él el mejor de los argumentos86.
A una verdad que sólo en oídos delicados se desliza llámala mentira y nada. ¡En verdad, sólo cree en dioses que hagan gran ruido en el mundo!
Lleno de bufones solemnes está el mercado - ¡y el pueblo se gloría de sus grandes hombres! Éstos son para él los señores del momento.
Pero el momento los apremia: así ellos te apremian a ti. Y también de ti quieren ellos un sí o un no. ¡Ay!, ¿quieres colocar tu silla entre un pro y un contra?
¡No tengas celos de esos incondicionales y apremiantes, amante de la verdad! Jamás se ha colgado la verdad del brazo de un incondicional.
A causa de esas gentes súbitas, vuelve a tu seguridad: sólo en el mercado le asaltan a uno con un ¿sí o no?
Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que aguardar largo tiempo hasta saber
qué fue lo que cayó en su profundidad.
Todo lo grande se aparta del mercado y de la fama: apartados de ellos han vivido desde siempre los inventores de nuevos valores.
Huye, amigo mío, a tu soledad: te veo acribillado por moscas venenosas. ¡Huye allí donde sopla un viento áspero, fuerte! ¡Huye a tu soledad! Has vivido demasiado cerca de los pequeños y mezquinos. ¡Huye de su venganza invisible! Contra ti no son otra cosa que venganza.
¡Deja de levantar tu brazo contra ellos! Son innumerables, y no es tu destino el ser espantamoscas.
Innumerables son esos pequeños y mezquinos; y a más de un edificio orgulloso han conseguido derribarlo ya las gotas de lluvia y los yerbajos.
Tú no eres una piedra, pero has sido ya excavado por muchas gotas. Acabarás por resquebrájarteme y por rompérteme en pedazos bajo tantas gotas.
Fatigado te veo por moscas venenosas, lleno de sangrientos rasguños te veo en cien sitios; y tu orgullo no quiere ni siquiera encolerizarse.
Sangre quisieran ellas de ti con toda inocencia, sangre es lo que sus almas exangües codician - y por ello pican con toda inocencia.
Mas tú, profundo, tú sufres demasiado profundamente incluso por pequeñas heridas; y antes de que te curases, ya se arrastraba el mismo gusano venenoso por tu mano.
Demasiado orgulloso me pareces para matar a esos golosos. ¡Pero procura que no se convierta en tu fatalidad el soportar toda su venenosa injusticia!
Ellos zumban a tu alrededor también con su alabanza: impertinencia es su alabanza87. Quieren la cercanía de tu piel y de tu sangre.
Te adulan como a un dios o a un demonio; lloriquean delante de ti como delante de un dios o de un demonio. ¡Qué importa! Son aduladores y llorones, y nada más.
También suelen hacerse los amables contigo. Pero ésa fue siempre la astucia de los cobardes. ¡Sí, los cobardes son astutos!
Ellos reflexionan mucho sobre ti con su alma estrecha, - ¡para ellos eres siempre preocupante! Todo aquello sobre lo que se reflexiona mucho se vuelve preocupante.
Ellos te castigan por todas tus virtudes. Sólo te perdonan de verdad - tus fallos.
Como tú eres suave y de sentir justo, dices: «No tienen ellos la culpa de su mezquina existencia». Mas su estrecha alma piensa: «Culpable es toda gran existencia.»
Aunque eres suave con ellos, se sienten, sin embargo, despreciados por ti; y te pagan tus bondades con daños encubiertos.
Tu orgullo sin palabras repugna siempre a su gusto; se regocijan mucho cuando alguna vez eres bastante modesto para ser vanidoso.
Lo que nosotros reconocemos en un hombre, eso lo hacemos arder también en él. Por ello ¡guárdate de los pequeños!
Ante ti ellos se sienten pequeños, y su bajeza arde y se pone al rojo contra ti en invisible venganza.
¿No has notado cómo solían enmudecer cuando tú te acercabas a ellos, y cómo su fuerza los abandonaba, cual humo de fuego que se extingue?
Sí, amigo mío, para tus prójimos eres tú la conciencia malvada: pues ellos son indignos de ti. Por eso te odian y quisieran chuparte la sangre.
Tus prójimos serán siempre moscas venenosas; lo que en ti es grande - eso cabalmente tiene que hacerlos más venenosos y siempre más moscas.
Huye, amigo mío, a tu soledad y allí donde sopla un viento áspero, fuerte. No es tu destino el ser espantamoscas. -

Crecí en los 80

domingo, 2 de enero de 2011

Diario

24 de diciembre
Otro año más de penurias y calamidades las cuales hay que celebrar.
Para disfrute de muchos hay que sentarse a cenar en noche buena con la familia, lo que implica tener que moverse, ver gente que no apetece, en fin, compromisos...
Compromisos que no te queda otra para agradar a ciertas personas de la familia que te importan y tienes aprecio, pero tener que aguantar comentarios absurdos y presencia de insoportables con los que no te juntarías voluntariamente a no ser que se den estas circunstancias.
Así que a sentarnos en las acolchadas sillas para estar hipócritamente en la mesa, aguantar las mentiras y palabras de complicidad como si de verdad te importase, dejándose ver miradas por encima del hombro mientras se cena en una lujosa casa aunque luego te estés muriendo de hambre, todo preparado para la ocasión.
Los transportes cerrados... tienes que moverte sin ganas para encima aguantar eso. Menos mal que me traen en coche a casa porque un taxi lo iba a pagar quién yo diga...
Se me olvidaba el discurso del rey, que crack...
En fin me cago en las navidades.

25 de diciembre
Ya oficialmente en navidad.
Te despiertas envuelto en tus suaves sábanas y al mirar por la ventana ves miles de parados ponen sonrientes caras a falta de fútbol entreteniéndose en comprar cosas cuando no tienen dinero para aparentar. Que feliz es todo cuando es navidad.
Imbéciles que ya comienzan a tirar petardos y a molestar más de lo que podían molestar los gritos estridentes de la gentuza de la sucia y maloliente calle. Así que a hacer el gamba un poco con ellos. Luego la gente se queja porque haces el gamberro con ellos. En fin...
Otro día como cualquier otro que hay que celebrar para mantenerse ocupado de las precarias condiciones que asolan el mundo. ¡Alegría y marisco!

26 de diciembre
Despierto de nuevo. Excelente, beber y beber, etilicos...  Gente corriente con deberes. Suelo ser repetitivo, pero me es todo lo mismo. Es menester que me peguen un tiro porque siempre estoy deprimido. Lo monótono no socorre. ¡Que os den! esos repelentes individuos que se ven en el césped desde mi escondite siguen con su infortunio, sin tener ningún futuro, pero contentos, que resentimiento. ¿Esto es decente? Estoy un poco loco... seguiré leyendo y dormiré.


1 de enero
Pues aquí se anda otro año de nuevo. Un año pasado de mierda para que venga otro si no peor. Piensas en qué has hecho en este año, y te das cuenta de que hay muchas cosas que valen la pena, aunque sigas sin tener ese nivel de plenitud que querrías para tu vida. De las mejores cosas los amigos, la familia qué decir, los quieres pero al fin y al cabo... y la gente te criticará cuando no tiene ni idea de tu situación. Mundo de borregos. Los amigos, el grupo de música, y qué se yo, conocer diferentes lugares, la verdad es que soy bastante pesimista. Sobre las peores cosas, qué decir. Muertes, detenciones, rayadas... creo que con eso no hace falta decir mucho más. Como he dicho antes claro que hay cosas buenas, pero porqué será que siempre prima lo malo.
Estúpidas tradiciones de uvas que la gente no sabe ni de dónde habrá salido esa tontería. Cenar con cierto sector de mi familia, mientras la otra por separado. Mi madre mala, tengo que sacar a mi precioso pero pesado perro. Amigos borrachos, sigo aguantando petardos. Que aburrimiento, pues a evadirse de la vida. Unos se ponen hasta las trancas yo hago butrones con petardos ¿total? Fue noche vieja. La policía andará ocupada comiendo suculentas gambas en vez de acudir a las cosas graves. Se pasó la noche vieja rayado y pensando en mis cosas para variar un poco mientras todos estaban moco o fumaos, inhalando ese agrio humo en casa de Paco . Que envidia... Excusas para celebrar algo y poder divertirse. Cuando todo sigue igual. Eso si, como me puse a comer, poco más y paso las uvas en el baño aunque me las como antes si es que me las como.
Así que nada, después de otra noche poco productiva la cual podría aprovechar mejor si me emborrachase o dejase de pensar en las cosas que mal no vendría, pero es algo superior a mi otra vez a dormir no sin antes sacar al perro.

2 de enero
Día para recordar. Como todos vamos, rutina y más rutina. Levantarme, sacar al perro, comer, quedar con un amigo, ir a Vallecas a comprar una cosa, volver a coger el tren para volver a sacar al perro, y para casa. Lo que se dice un día divertido y provechoso. A dormir, que mañana será otro día...