24 de diciembre
Otro año más de penurias y calamidades las cuales hay que celebrar.
Para disfrute de muchos hay que sentarse a cenar en noche buena con la familia, lo que implica tener que moverse, ver gente que no apetece, en fin, compromisos...
Compromisos que no te queda otra para agradar a ciertas personas de la familia que te importan y tienes aprecio, pero tener que aguantar comentarios absurdos y presencia de insoportables con los que no te juntarías voluntariamente a no ser que se den estas circunstancias.
Así que a sentarnos en las acolchadas sillas para estar hipócritamente en la mesa, aguantar las mentiras y palabras de complicidad como si de verdad te importase, dejándose ver miradas por encima del hombro mientras se cena en una lujosa casa aunque luego te estés muriendo de hambre, todo preparado para la ocasión.
Los transportes cerrados... tienes que moverte sin ganas para encima aguantar eso. Menos mal que me traen en coche a casa porque un taxi lo iba a pagar quién yo diga...
Se me olvidaba el discurso del rey, que crack...
En fin me cago en las navidades.
25 de diciembre
Ya oficialmente en navidad.
Te despiertas envuelto en tus suaves sábanas y al mirar por la ventana ves miles de parados ponen sonrientes caras a falta de fútbol entreteniéndose en comprar cosas cuando no tienen dinero para aparentar. Que feliz es todo cuando es navidad.
Imbéciles que ya comienzan a tirar petardos y a molestar más de lo que podían molestar los gritos estridentes de la gentuza de la sucia y maloliente calle. Así que a hacer el gamba un poco con ellos. Luego la gente se queja porque haces el gamberro con ellos. En fin...
Otro día como cualquier otro que hay que celebrar para mantenerse ocupado de las precarias condiciones que asolan el mundo. ¡Alegría y marisco!
26 de diciembre
Despierto de nuevo. Excelente, beber y beber, etilicos... Gente corriente con deberes. Suelo ser repetitivo, pero me es todo lo mismo. Es menester que me peguen un tiro porque siempre estoy deprimido. Lo monótono no socorre. ¡Que os den! esos repelentes individuos que se ven en el césped desde mi escondite siguen con su infortunio, sin tener ningún futuro, pero contentos, que resentimiento. ¿Esto es decente? Estoy un poco loco... seguiré leyendo y dormiré.
1 de enero
Pues aquí se anda otro año de nuevo. Un año pasado de mierda para que venga otro si no peor. Piensas en qué has hecho en este año, y te das cuenta de que hay muchas cosas que valen la pena, aunque sigas sin tener ese nivel de plenitud que querrías para tu vida. De las mejores cosas los amigos, la familia qué decir, los quieres pero al fin y al cabo... y la gente te criticará cuando no tiene ni idea de tu situación. Mundo de borregos. Los amigos, el grupo de música, y qué se yo, conocer diferentes lugares, la verdad es que soy bastante pesimista. Sobre las peores cosas, qué decir. Muertes, detenciones, rayadas... creo que con eso no hace falta decir mucho más. Como he dicho antes claro que hay cosas buenas, pero porqué será que siempre prima lo malo.
Estúpidas tradiciones de uvas que la gente no sabe ni de dónde habrá salido esa tontería. Cenar con cierto sector de mi familia, mientras la otra por separado. Mi madre mala, tengo que sacar a mi precioso pero pesado perro. Amigos borrachos, sigo aguantando petardos. Que aburrimiento, pues a evadirse de la vida. Unos se ponen hasta las trancas yo hago butrones con petardos ¿total? Fue noche vieja. La policía andará ocupada comiendo suculentas gambas en vez de acudir a las cosas graves. Se pasó la noche vieja rayado y pensando en mis cosas para variar un poco mientras todos estaban moco o fumaos, inhalando ese agrio humo en casa de Paco . Que envidia... Excusas para celebrar algo y poder divertirse. Cuando todo sigue igual. Eso si, como me puse a comer, poco más y paso las uvas en el baño aunque me las como antes si es que me las como.
Así que nada, después de otra noche poco productiva la cual podría aprovechar mejor si me emborrachase o dejase de pensar en las cosas que mal no vendría, pero es algo superior a mi otra vez a dormir no sin antes sacar al perro.
2 de enero
Día para recordar. Como todos vamos, rutina y más rutina. Levantarme, sacar al perro, comer, quedar con un amigo, ir a Vallecas a comprar una cosa, volver a coger el tren para volver a sacar al perro, y para casa. Lo que se dice un día divertido y provechoso. A dormir, que mañana será otro día...
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